La Inteligencia Artificial se vislumbra como una revolución equiparable al impacto que Internet tuvo en su momento. Esta tecnología, cada vez más sofisticada, está transformando numerosos aspectos de nuestra vida cotidiana, ya sea en imágenes, videos, sonidos o voces.
El mundo del automóvil no queda al margen de estos avances. La IA encuentra múltiples aplicaciones en este campo, siendo el más destacado de los últimos tiempos el ChatGPT, desarrollado por OpenAI.
Su integración en los vehículos nuevos marca un hito en el año 2024. ¿Es ChatGPT simplemente un añadido más en los coches o representa una herramienta genuina para mejorar nuestra experiencia al volante?
Cómo funciona ChatGPT en los coches
El funcionamiento de ChatGPT en los vehículos es notable. Se incorpora de manera integrada en los asistentes de voz, ahora convertidos en inteligentes. Antes, estos asistentes se limitaban a ejecutar órdenes del conductor con comandos de voz simples como cambiar de emisora o ajustar el aire acondicionado. Sin embargo, con la implementación de ChatGPT, todo esto cambia. Ahora, el asistente se convierte en un compañero de viaje más, un agente conversacional de última generación.
Esta tecnología hace que los asistentes de voz sean mucho más versátiles y entretenidos. Pueden responder preguntas, mantener conversaciones sobre diversos temas e incluso entretener a los pasajeros con historias o juegos durante los viajes largos.
Además, ChatGPT proporciona al conductor información sobre una amplia variedad de temas, desde lugares de interés hasta recomendaciones de restaurantes o eventos, todo ello en un lenguaje natural y comprensible.
Nuevas funciones de cara al futuro
La IA en los vehículos puede ir más allá de ChatGPT. Los últimos avances permiten aplicar funciones peculiares como la gestión autónoma de la carga de la batería, la elección del mejor modo de conducción según las condiciones o la anticipación de deseos del conductor basados en hábitos aprendidos.
El número de fabricantes que integran ChatGPT en sus coches está en aumento. Marcas como DS, Peugeot y Volkswagen están liderando este movimiento, integrando esta tecnología en sus modelos para mejorar la experiencia de conducción y ofrecer nuevas funcionalidades a los usuarios.